Tamarindo es una popular ciudad costera de Guanacaste (Costa Rica), situada en la península de Nicoya. Es conocida por el surf, la pesca deportiva, el submarinismo y la vida nocturna. También es una puerta de entrada para explorar otras playas y atracciones naturales cercanas.
Para llegar a Tamarindo, se puede volar al aeropuerto internacional de Liberia y tomar un autobús de enlace o un taxi durante una hora, o conducir desde San José unas cuatro horas. También hay autobuses que conectan Tamarindo con otros pueblos de Guanacaste y el Valle Central. Tamarindo cuenta con un pequeño aeropuerto nacional que ofrece vuelos a San José y otros destinos de Costa Rica.
Hay muchas opciones de alojamiento en Tamarindo, desde económicos hostales y pensiones hasta lujosos hoteles y complejos turísticos. También se pueden encontrar alquileres vacacionales, como casas de playa, condominios y villas.
Las condiciones para surfear en Tamarindo son adecuadas para todos los niveles de surfistas, desde principiantes hasta expertos. La playa principal tiene una rompiente larga y consistente que funciona con cualquier marea y dirección del oleaje. También hay otros puntos de surf cercanos, como Playa Grande, Playa Langosta, Playa Avellanas y Roca Bruja. En Tamarindo hay muchas tiendas, escuelas y campamentos de surf que ofrecen clases, alquileres y excursiones.
Tamarindo es un lugar animado y divertido para visitar, con un montón de restaurantes, bares, discotecas y tiendas para disfrutar. También puede encontrar actividades como tirolina, equitación, golf, kayak, vela y observación de la fauna. Tamarindo forma parte del Parque Nacional Marino de Las Baulas, que protege los lugares de anidamiento de las tortugas laúd, en peligro de extinción. Se puede presenciar este asombroso fenómeno de octubre a mayo.
Tamarindo es un destino perfecto para los viajeros que quieran experimentar lo mejor de la cultura playera y la naturaleza de Costa Rica. Es un lugar donde se puede hacer surf, comer y salir de fiesta, o relajarse y explorar a su ritmo.
